CENTRO ANDALUZ DE ARQUEOLOGIA IBÉRICA

Paraje Las Lagunillas s/n, Jaén, España

Este oppidum es objeto de dos intervenciones arqueológicas centradas en el sector palacial y en la puerta de entrada a la ciudad. Los trabajos se iniciaron a finales de mayo y se prolongarán hasta octubre.
La primera fase de los trabajos arqueológicos han confirmado y delimitado un área palacial, localizada en el extremo sur del oppidum y caracterizada por la presencia de distintos edificios que conforman un área funcional compleja. Cronológicamente, esta zona estaría en uso desde el siglo VI a.n.e., continuando hasta finales del siglo III a.n.e., momento en el que se abandona la ciudad de Puente Tablas.
Destaca uno de estos edificios, denominado como Edificio A, que en su fase perteneciente a los siglos IV-III a.n.e. se configura como un espacio con áreas funcionales distintas. El cuerpo del edificio se estructura en torno a un patio porticado, espacio de redistribuye, al mismo tiempo que delimita, las áreas domésticas, de la zona sacra y de los espacios de producción.
En septiembre se reiniciarán las intervenciones en esta zona y, sobre todo, en la puerta principal de entrada a la ciudad, un área fundamental que permitirá definir este punto tan importante en el oppidum de la Plaza de Armas de Puente Tablas.
Estos trabajos están siendo financiados por la Excma. Diputación Provincial de Jaén y se integran dentro del Programa Museológico “Viaje al Tiempo de los Iberos”, en el que uno de los objetivos es la puesta en valor de este oppidum.

Mi querido Javi, que tan lejos estas, en tierras Mauritanas. Te echo de menos y cuido de tu encina luminosa, que ya ha florecido en "El Montecillo", gracias a los abrazos de tu niña y a las ganas de agarrarse a esta tierra que antes fué suya, el encinar de Zubión. Te quiero

Este Blog está dedicado a los Iberos en general y a mi querido Javi, mi Rey Lobo, en particular. Gracias a que me regaló el libro de Eslava Galán, "Rey Lobo", he recordado que tengo un pasado, que mi Puente Tablas de ahora antes era una extensa masa de encinares, alcornoques y coscojas, plagadas de conejos, lobos, ciervos, jabalies y fauna de inmenso valor.
Gracias a la lectura del libro he viajado en el tiempo por estos montes de Jaén, tan deteriorados por la mano de todos, del materialismo que nos invade y nos hace ser codiciosos y olvidadizos de nuestro verdadero ser, nuestra historia, nuestro legado.
Los Íberos, nuestros padres cercanos, que vivian en estos campos hace "casi nada", que ya estaban aquí cuándo llegaron los romanos y luego los pueblos del sur de África. Que forman parte de nuestra historia, para mi, reciente y que no podemos olvidar ni dejar de recordad a nuestros hijos e hijas.
Animo¡, aun quedan falcatas por empuñar, las falcatas de la memoria, del orgullo íbero, ¡aún podemos repoblar de encinares estos montes espartanos.